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Mostrando entradas de octubre, 2017

La escoba de Miguel Hernández

LA ESCOBA. INVITACIÓN A LA LECTURA EN EL LXXII ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE MIGUEL HERNÁNDEZ Artículo publicado en marzo de 2014 El poema "ASCENSIÓN DE LA ESCOBA", Coronad a la escoba de laurel, mirto, rosa. Es el héroe entre aquellos que afrontan la basura. Para librar el polvo sin vuelo de cada cosa Bajó porque era palma y azul, desde la altura. Su ardor de espada joven no reposa. Delgada de ansiedad, pureza, sol, bravura, Azucena que barre sobre la misma fosa, Es cada vez más alta, más cálida, más pura. Nunca: la escoba nunca será crucificada, Porque la juventud propaga su esqueleto Que es una sola flauta muda, pero sonora. Es una sola lengua sublime y acordada. Y ante su aliento raudo se ausenta el polvo quieta. Y asciende una palmera, columna hacia la aurora. crecía sobre la pantalla en que proyectabas imágenes ilustradoras de una conferencia, «La necesidad de difundir los valores de la huerta: una propuesta de Centro de Inte

A Miguel Hernández un 30 de Octubre

Ascensión de Miguel Hernández al Seminario Octubre era un mes señalado dentro de su corta biografía. 1939. Iba a cumplir 29 años. Primer octubre de la Victoria. El poeta trataba de escribir, era a mediados de mes, una carta a su mujer, que estaban allá abajo con su hijo. Lápiz y papel. Qué lápiz y qué papel. No se encontraba muy católico en la lóbrega estancia en que se hallaba prisionero. Un sótano del Seminario de San Miguel Arcángel y la Inmaculada Concepción. Iba a ponerse a escribir, pero cuando humedecía el grafito con la punta de la lengua se ponía a pensar sobre las causas por las qué estaba encerrado en aquella prisión. Repasaba los antecedentes de su asunción al Seminario y los duros días que ya había pasado en aquella cárcel. Día de San Miguel. 29 de septiembre. Su santo. Hacía años que no lo celebraba. El poeta, además de barro -“Me llamo barro aunque Miguel me llame.”-, se llamaba así, eso decían, porque su padre, nacido en Redován, le puso su nombre, que era e

Romería lírica a Oleza

El busto de Miró en su Glorieta de Orihuela Un artículo de Miguel Ruiz Martínez: "Sandías y dátiles de Miró. Hacia el centenario de las novelas de Oleza", La Verdad , 2016          En 2016-17 se cumple el centenario de la publicación de Figuras de la Pasión del Señor . Y hablando de efemérides mironianas hay que decir que las novelas olecenses pronto serán centenarias también. Nuestro Padre San Daniel en 2021, y el Obispo leproso en 2026.   Cuando el autor redacta Figuras , al describir los entornos del paisaje y paisanaje en que vivió Jesucristo, los alrededores de Jerusalén, de Nazaret, de Belén, parece que tiene en su mente el paisaje y el paisanaje mediterráneos de la ciudad y la huerta de su madre, Encarnación Ferrer, una oriolana que  le contó, de niño, “muchas veces la Pasión del Señor”. Paisajes que tanto miró y profundizó durante su estancia escolar en el Colegio de Santo Domingo regentado por la Societas Iesu . Gabriel Miró es e

El bucle de tiempo maduro

El bucle del tiempo maduro es un poemario publicado en 2010 Biblioteca Hernandiana, Contemporáneos a mano, 7, Fundación Cultural Miguel Hernández Aprisionado en el mercurio herrumbroso con efectos  reflexivos en el cristal de la madrugada, cuando duerme todo el mundo menos tú, a través de la ventana que da al sur, miras una palmera junto a la vereda. Estaba la niña subida al tronco de la estipe, era primavera, rumores de roces de palmas, en el aire el aroma de las flores, pasaba la tarde, el sol rondaba la sierra, los rayos eran de oro, la brisa jugaba con la falda, por donde termina la inocencia. Te escocía la mirada que locamente buscaba el centro.  Ella te sonreía a ti y al aire de abril, reían sus ojos,  qué sonoras sus palabras, breves y lindos sus labios, qué hermoso era el árbol del paraíso, y no había serpiente. Volaba la tela de la falda, subió dos tocones más la niña, se manifestó en todo su esplendor la gloria central, arrec