Esta tarde, a poqueta nit, presento, junto a Pascual Antonio Ruso, el libro Miguel Hernández y el paisaje de Orihuela, en el Baluarte del Duque del Castillo de Santa Pola. Mónica Andreu e Irene Ruiz leerán poemas de del autor de Cancionero y romancero de ausencias.
A continuación sigue el "In Memoriam" que leeré.
Pablo Neruda y Vicente Aleixandre,
grandísimos poetas, amigos de Miguel Hernández, Premios Nobel de literatura ambos,
escribieron mucho y bueno sobre el autor de Viento
del pueblo. Y también lo hicieron, y siguen haciéndolo, innumerables
escritores. Pero en esta tarde conmemorativa quiero dar voz a dos poetas
enraizados en la tierra en que vivimos. Dos poetas del pueblo, como poeta del
pueblo fue Miguel Hernández. Un poema de Francisco Salinas y otro de José
Alonso Ruiz. De Callosa de Segura el primero, santapolero el segundo. Autodidactas
los dos, contemporáneos del autor de Perito
en lunas.
UN POEMA DE FRANCISCO
SALINAS El poeta Francisco Salinas, amigo de Miguel
Hernández, participó en el Homenaje que organizó el Club Tháder al
poeta de Orihuela, Marzo de 1971. En el Boletín Extraordinario que se publicó
con tal motivo colaboró con dos trabajos. Uno de ellos es el “Romance a Miguel Hernández, el Pastor”, del que leo unos fragmentos:
Cuando terminó la guerra...
Qué triste quedó
todo
y qué silencio en
la huerta.
Ya no cantó el
cabrerillo
por los riscos de
la sierra,
con sus cabras y
su ensueño,
con su amor y su
quimera
.…………………………….
Miguel luchó
por sus ideas,
y por cantar la
libertad
lo tienen tras las
rejas
.…………………………….
El mar pega puñetazos
de rabia y sal en la arena.
En los pechos de la calle
está el rayo que no cesa.
Miguel se duerme en la noche
negra de su primavera
para pagarle un tributo
de amor que debe a la tierra.
UN POEMA DE JOSÉ
ALONSO RUIZ
José Alonso Ruiz, un trovero de Santa Pola,
escribió el trovo que reproduzco en abril de 1975, poema que figura en su libro recopilatorio Versos que llenaron mi vida, editado y
prologado por María Sempere Montiel en 1982. “En memoria al gran poeta Miguel Hernández”,
Pepe Alonso canta al autor de Cancionero
y romancero de ausencias. Una de las raíces de la poesía de Miguel
Hernández es la tradición trovera, el arte de repentizar, que todavía pervive
en la Vega Baja y en el Bajo Vinalopó.
EL MÁS GLORIOSO LAUREL
DE LA DIOSA POESÍA,
FLORECE MÁS CADA DÍA
EN LAS MANOS DE MIGUEL.
Cual
perenne centinela
Del
segureño vergel,
en
la lírica parcela
dejó
el vate de Orihuela
EL MÁS GLORIOSO LAUREL.
Aquel
insigne cantor
de
tan eximia valía,
solamente
por amor
fue
creyente y defensor
DE LA DIOSA POESÍA.
Mientras
su obra repleta
de
amor y sabiduría
borrar
quisieron completa,
su
gran rosal de poeta
FLORECE MÁS CADA DÍA.
Buscando
los manantiales
de
su pastoril rabel,
aún
se escucha en los trigales
tañer
notas inmortales
EN LAS MANOS DE MIGUEL.
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