RECUERDE EL ALMA DORMIDA O AVIVE EL SESO Y DESPIERTE
Con motivo de la celebración del 70 aniversario del Laboral de Orihuela se ha programado una serie de actos cuya enumeración está recogida en un tríptico profético. Una de las concreciones de esos actos es la publicación de un libro, El Instituto Laboral de Orihuela. 24 ensayos crónicos, trabajo con el que se quiere exponer, de manera un tanto peculiar, lo que representó el Centro de Enseñanza Media y Profesional de Orihuela para los alumnos, para las profesoras y los profesores, y para Orihuela y la comarca de la Vega Baja del Segura. Hoy nos adentramos en la imagen y los renglones que pueblan el primero de esos ensayos, titulado Recuerde el alma dormida:
…Un ensayo es un escrito en prosa en que un autor desarrolla sus ideas sobre un tema determinado con carácter y estilo personales. Con el primor de la libertad. Eso quieren ser estos artículos y, al mismo tiempo, crónicas. En cuanto reflexiones untadas con la pasta del tiempo. Un intento de aprisionar el tiempo, eternizar la vida, cosa que es imposible, como aprendimos en la doctrina pre-comunión y en las clases escolásticas de Religión en el Laboral. Incluso en estadios más avanzados de la enseñanza.
Pero si la puerta se cierra por el lado de la eternidad eterna, queda abierta la puerta de la vida de la fama, de la que tan bien habló Jorge Manrique, que de pequeño se dio un borneo por esta nuestra ciudad. Vida de la que se habla en las Coplas a la Muerte del Maestre don Rodrigo. Aquellas 480 estrofas de pie quebrado que tanto os impresionaron, explicadas por el profesor Guillén García.
La vida de la fama del
Laboral y de los laborales, profesores y alumnos. Esa vida es la que quizá
quede en polsaguera -humus y humo- flotando en el ambiente, después de
la temporal. Que de la celestial mucho se sabe en la teoría y poco en la
práctica. Y para que quede, hay que recogerla, registrarla, hacer posible el
acceso de los supervivientes y de los que vengan. Escribir la vida, tras
vivirla. Y eso es de lo que se trata. Por lo menos, intentarlo. Ensayos sobre
aquel entonces.
Un entonces desde el que nuestros profesores se pusieron, como meta, dos objetivos pedagógicos -también
sociales- encomiables, preconizados por los regeneracionistas, dejándolo,
además, por escrito, en la primera Memoria de la institución: dignificar el
trabajo laboral y extender y profundizar la enseñanza media en sectores
sociales ajenos hasta esos momentos a la cultura reglada…
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