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ANTONIO GRACIA I

 ANTONIO GRACIA I

TRES POEMAS ÓRFICOS


29 de diciembre de 2022

Antepenúltimo día de este año. Esto se acaba. El último, antes de salir, que apague la luz. Va llegando el acabose. Recibo un mensaje que se lanzó al espacio virtual el día 20 de septiembre de 2019, hace ya más de tres años. Un mensaje de Antonio Gracia, que entiendo como un regalo postrimería que rinde culto a una amistad de hace más de medio siglo. Me envía, de parte de Oniria -algún día diré algo de Oniria-, un poema titulado “Tres epitafios órficos” cuyos títulos son: La muerte universal, Las ruinas de la luz y Laberinto estelar.

            El poema está en El Cuaderno. Cuaderno Digital de Cultura.

De este trío de epitafios traslado al posible lector el tercero, que sirve como muestra del «existencialismo o fatalismo agónico» en que se mueve el escritor a lo largo de su dilatada profesión de poeta. Ya ves que los versos están dirigidos a ti: 

Laberinto estelar

Mira una noche clara la inmensidad azul

del firmamento, observa la transparente urdimbre

de los astros, el mágico estallido

de luz. Sobre tus ojos la galaxia de Andrómeda

agita sus estrellas

como infinitos átomos gigantes.

A un millón de años luz de ese bosque solemne

vives tú, enamorado de tu gran corazón,

un astro diminuto que late y te recita

palabras armoniosas que siempre te convencen

de que tú eres el rey del universo.

Y sin embargo yaces en un rincón oscuro

limítrofe de nada, tan lejano

de cualquier referencia y claridad

que si Dios nos buscase no nos encontraría.

He recibido un regalo. Un poema representativo de un poeta español del último tercio del siglo XX y comienzos del XXI. Y he querido devolverle la gentileza publicando algunos de sus versos acompañados de una imagen que atrapé anteayer cuando el sol se ponía sobre la sierra de Orihuela, poco antes de que Andrómeda se me apareciera y se casara con Perseo.


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