Un dibujo, nueve cuentos y una página
Los nueve cuentos:
10.
El plantel de coliflores o Poesía popular
11.
El concurso literario o Don
Quijote en la Vega Baja del Sagra
12.
Dibujo o El buen
samaritano
13.
La edad del pavo o «Si
Amelita se fuera con otro»
14.
Geografía o El
plano de la eclíptica
15.
Asalto al economato o Los
bárbaros del Norte
16.
El revuelo del Sputnik o Las gárgolas de los cojones
17.
La batalla de los tacos o No ha venido el profesor
18.
Local provisional o Quién
cavará nuestros huertos, quien labrará nuestras tierras
La página 53:
patriótica y nacionalsindicalista de la
que formabas parte en ese momento, con las procesiones religiosas en que
también participabas, actos también litúrgicos pero mucho menos estrictos,
muchísimo más tradicionales, cuidado con las alineaciones delante detrás izquierda
derecha, atención a las alineaciones hipotenusas, ojo con la rosa de los
vientos,
u, o,
e, a-ó, u, o, e, a-ó, arreciaron intencionadamente el fragor y la intensidad
del ritmo sobre el arroyo empedrado cuando vuestro pequeño ejército llegó
frente al Casino, institución desde la que se conspiraba contra vuestro
instituto desde el mismo año en que se fundó el Centro de Enseñanza Media y
Profesional, delendus est Instituto Laboral, si estudian los hijos de los jornaleros, de los huertanos,
quien cavará nuestros huertos, quién compondrá nuestras tierras, quien multiplicará
nuestras rentas, vamos, los hijos de los jornaleros en un palacio y estudiando,
esos rústicos de los cojones, para qué sirvió la guerra, si estudian no querrán
trabajar,
las
gradas de mármol blanco subían hasta el portal y el lujoso vestíbulo al que
veces os asomabais, hijos de la plebe, con el desagrado consiguiente de los
conserjes, vestíbulo por el que se pasaba a las salas desde donde los socios,
sentados en inmensos sillones, como si estuvieran inmersos en enormes peceras,
miraban pasar el tiempo inmutable y eterno que había en la calle, decidiendo,
por lo menos eso parecía, sobre lo divino y lo humano, si estudiaban los hijos
de los huertanos dónde iba a quedar el
orden social tan establecido desde la
Edad Media, si las flechas de vuestro haz, de vuestra aljaba, pudieran
encontrar el blanco en el corazón de los caciques, de los señoritos de Olivera del
Señor, un, os, es, aro, un, os, es, aro, variación izquierda por Alfonso XIII,
aunque hay algunos que dicen que el desfile fue hacia los Hostales, pasando por
la portada del convento de la Merced, hacia el Paseo del Vallé y la Puerta Nueva,
y, entrando por esta última hacia Santa Lucía, hacia el horno del Obispo,
el eco
de vuestros pasos marciales reverberaba en aquellos momentos en el zaguán del
palacio de Teodomiro, donde estaba sita la Biblioteca Pública, y retumbaba en
los pétreos y bastos sarcófagos antiguos que hubo allí aposentados durante
bastantes años, quizá el estrépito del desfile llegó a atemorizar a la
bibliotecaria, que recordaba
El dibujo de Pepe Aledo representa la fachada, orientada a levante -y frente a las gárgolas de la torre gótica de las Santas-, del palacio de los Marqueses de Arneva de Orihuela. Fue la sede fundacional del Instituto Laboral, años cincuenta. En su interior y en su exterior se ambientan, en gran medida, los cuentos del Laboral. En su balcón lució, como relumbra en el dibujo, durante años, el famoso cartel de LOCAL PROVISIONAL que da nombre a uno de los relatos. Hoy día el palacio arnevo es la sede del Ayuntamiento.
El dibujo de Pepe Aledo representa la fachada, orientada a levante -y frente a las gárgolas de la torre gótica de las Santas-, del palacio de los Marqueses de Arneva de Orihuela. Fue la sede fundacional del Instituto Laboral, años cincuenta. En su interior y en su exterior se ambientan, en gran medida, los cuentos del Laboral. En su balcón lució, como relumbra en el dibujo, durante años, el famoso cartel de LOCAL PROVISIONAL que da nombre a uno de los relatos. Hoy día el palacio arnevo es la sede del Ayuntamiento.
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