El poeta lanza una serie de imprecaciones contra la amada, al ser despreciado por ella. Que no en vano el amante es barro. ¿Cabría ver entre las sombras y las luces de los versos del poema los sentimientos del escritor hacia Maruja Mallo en los momentos en que compone los versos?
Harto de someterse a los puñales
circulantes del carro y la pezuña,
teme del barro un parto de animales
de corrosiva piel y vengativa uña.
Teme que el barro crezca en un momento,
teme que crezca y suba y cubra tierna,
tierna y celosamente
tu tobillo de junco, mi tormento,
teme que inunde el nardo de tu pierna
y crezca más y ascienda hasta tu frente.
(Continuará)
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